El orador en esta oportunidad fue el Profesor Gonzalo Villanueva en representación del Liceo Departamental de Artigas.
Villanueva expresó: “Este 19 de abril del 2013 en plaza pública y para un público especial: autoridades departamentales, directores de escuelas, liceos e institutos, maestros, profesores, alumnos, público en general.
Recordar estos actos heroicos es recordar las razones por las que hoy vivimos y sin lugar a dudas brindarles homenaje.
Días antes daba comienzo en el país vecino de Argentina, la odisea oriental de reconquista, y el 19 de abril de 1825 tocaban tierra firme en la playa de la Agraciada 33 orientales con un solo propósito; Libertad o Muerte. Juramento que lo dejaron registrado en la bandera que los identificaba y que nos identifica.
Estos con diversas ayudas financieras, con poco armamento, con algunos caballos pero con el apoyo de su pueblo pudieron hacer brotar la esperanza de la patria independiente.
Pero se debe regresar en el tiempo y no perder de vista que la idea libertadora desde Artigas y su derrota nunca había muerto.
Ya en 1819 los caballeros orientales comenzaban las conspiraciones contra el Gobierno de Portugal y luego en el desequilibrio generado por la independencia de Brasil, en 1823 los mismos caballeros orientales sufrían una gran derrota, lo que les costó el destierro en Argentina a algunos, la prisión a otros, la muerte a uno y la confiscación de bienes a todos. Por ello todo parte desde Argentina a diferencia de los demás hechos históricos que antecedieron y no tuvieron un final feliz.
Regresan a su tierra (como muchos orientales en diversos capítulos de nuestra historia lo hicieron) y dan comienzo a una nueva etapa de la historia nacional. La sucesión de hechos en 1825, el abrazo de Monzón, las 3 leyes fundamentales, marcaron una nueva etapa que pretende desligarse de la lucha Artiguista pero que revive con un ideal federalista.
Pero como sabemos terminamos desmembrados en lo que el Historiador Uruguayo Washington Reyes Abadie solía nombrar como los Estados Desunidos de América de sur.
Estos 33 orientales en algunas listas menos, algunas más, que desembarcaron en la playa de la Agraciada cuestión que tampoco reviste demasiada precisión donde desembarcaron y cuestión que a mi entender no reviste singular importancia, no debe callar preguntas fundamentales como por ejemplo ¿es este el punto de comienzo de nuestra nación? ¿Cómo valoramos a nuestra historia? ¿Cuánto de nuestra historia nos ha servido para progresar y cuanto nos determinado a estancarnos?
Estimados, tenemos algunas deudas con nuestra historia, “nuestro pueblo le debe a sus héroes un tributo de grandeza, que no pasa por la construcción de estatuas de bronce”. Cuantas veces pasamos por los símbolos nacionales y no recordamos o solo recordamos, por edificios que guardan la sangre derramada y son testigo de las gestas heroicas y no los respetamos, inclusive hoy algunos fueron pintados con colores de cuadros de futbol. Pasamos por campos de lucha, por tumbas que piden la valoración que se merecen y que en cada acto solo recordamos.
¿No nos damos cuenta que esto debe ser antes que nada símbolos del ser bien uruguayos?
Pero seguramente se sumaron muchos más que 33, número insignificante para el gran imperio de Brasil que nos subestimó. Y quisiera hacer un paréntesis por los anónimos, por que la historia se convierte en tal gracias a ellos porque fueron fundamentales en el proceso, porque si bien es cierto que por la voz de mando de unos pocos esta no era suficiente sin los mandados, si bien por el comienzo de unos pocos pero sobre todo por la lucha de unos cuantos, si bien por el gran sentimiento nacional y convencimiento de algunos que tienen nombre, se convencieron muchos sin otra cosa que ofrecer ni ganar que la vida.
Por lo que debemos abrir el libro para los anónimos, para las almas que imposibilitado estoy de poder resucitar con la tinta, pero que hoy tienen voz.